LN/HU
Sor Pascualina fue la asistente personal de Pío XII durante cuarenta años, y veinte años más joven que el Papa. Tal fue la discreción en que se mantuvo el echo, que muy pocas personas conocían de su existencia y muchas menos la conocían de vista, siempre estuvo en los aposentos papales, y las pocas veces que salía, lo hacia en un vehículo con cortinas para no dejarse ver. La importancia del Papa Pío XII es incuestionable, vivió la época de la segunda guerra mundial, conoció a Hitler, Mussolini, Roosevelt, junto a gran cantidad de políticos y personajes influyentes de la época, fue el artífice de sacar de la bancarrota al Vaticano y gestionar una gran cadena económica que ha fortalecido esa Institución hasta el día de hoy, con un capital difícil de cuantificar, tuvo contactos con la Mafia Neoyorquina, fue sin serlo el mayor político y diplomático que movió hilos y resortes en todo el mundo. Al mismo tiempo fue una persona inteligente, muy creyente y que supo hacer virtud en las desgracias, por su mediación en la guerra, consiguieron salvarse de las hordas nazis, varias decenas de miles de personas, sobre todo judíos y otros perseguidos, conseguía traerlos al Vaticano o a su villa Castelgandolfo, dándoles comida y posibilidades para que viajaran a España y América, fue reconocido por la comunidad judía como un gran benefactor. Todo esto no lo hizo solo, al salir las memorias de Josefina Lehnert, Sor Pascualina, hemos descubierto algo que solo unos pocos Cardenales conocían, la existencia de una persona que no era solo la ama de llaves del Papa, era también su secretaria, confidente y persona de confianza de quien escuchaba consejos y ponía en práctica sus ideas, la organización de la ayuda humanitaria durante la guerra, que he comentado anteriormente, era exclusividad de esta monja. Sin duda alguna Sor Pascualina fue decisiva en la historia junto con Pío XII.